En el cielo nace una nueva estrella: Adiós Rocío

"Como una ola" de la fría Canadá a la fría Patagonía. De Miami a Madrid; de un lado al otro del Atlántico... Cuando una persona es tan conocida, tan admirada, tan, tan... Tan artista y cuando se convierte en una embajadora indiscutible de un país en las Americas, sólo puede equipararse a una Diosa. Parecía la inmortal, para algunos "la más grande" pero una mañana del uno de junio del 2006 nos despertamos con un triste titular pronunciado por su hermano y manager: "ha dejado de respirar a las cinco y cuarto de la madrugada, rodeada de su familia, como ella quería. Muchos han frivolizado con esta muerte por el mero hecho de tratarse de una artista, se han sentido con derecho a ultrajar la intimidad, de ponerle números, share a sus últimos días jamás. Algunos lo han hecho con cariño, otros por obligación y con talonario, pero ninguno ha considerado que ante la audiencia, que ante todo somos humanos con sentimientos y no máquinas dominadas por los números. Porque detrás de esa muerte hay una familia llena de un evidente dolor.
La primera plana en medio mundo ha sido la triste muerte de nuestra Rocío. El Planeta la despide y rinde homenaje a una mujer que se lo merece todo: Univisión lo hace con un afectuoso y quizás distante: "Adiós, Señora". Telemundo es escueta y clara: "Último Adiós a Rocío Jurado" y Televisa, México la despide con un emotivo reportaje. Sin duda esta muerte no ha pasado desapercivida para las millones de personas que tenemos como nexo el español, porque hoy todos somos uno. Aunque hemos perdido a una artista, el firmamento ha ganado una estrella que nos iluminará y acompañará en las noches más frías.