miércoles, noviembre 23, 2005

Rosy y La Condesa de Transilvania: algunas historias reales




La Condesa de Transilvania Erzsébet Bathory (1560-1614) torturó y asesinó a 612 muchachas en su castillo de Cachtice, a lo largo de más de diez años. Sus baños de sangre han pasado a la Historia, indisolublemente asociados al vampirismo de Europa Oriental. Tanto se pasó que al final, pese a ser noble, la persiguieron y condenaron. ¿Sus motivos? Mantenerse bella a pesar de los achaques de la vejez. Y por lo que parece, lo consiguió.
«Isabel Bathory consiguió seguir siendo una de las mujeres más bellas de Hungría hasta el momento de su muerte, cuando contaba 54 años (una edad avanzada para la época) y pese a haber sufrido persecución y un cruel confinamiento en solitario de dos años de duración. Gilles de Rais, Barba Azul, llamó la atención de todo el público por su apostura cuando era conducido a la hoguera, aunque éste contaba sólo 36 años... ambos fueron acusados de practicar la hematomancia» Isabel Bathory consiguió seguir siendo una de las mujeres más bellas de Hungría hasta el momento de su muerte, cuando contaba 54 años (una edad avanzada para la época) y pese a haber sufrido persecución y un cruel confinamiento en solitario de dos años de duración. Gilles de Rais, Barba Azul, llamó la atención de todo el público por su apostura cuando era conducido a la hoguera, aunque éste contaba sólo 36 años (hoy en día se cree que al menos una parte de los crímenes que se le achacaron eran falsas acusaciones proferidas por la Iglesia y la Monarquía debido a su asociación con Juana de Arco). No fue el caso de Vlad Tepes, quien, pese a su extrema crueldad, no utilizaba la sangre de sus víctimas con propósitos hematomantes. Ni el de Albert Fish, Jeffrey Dahmer o Peter Kürten, que pese a sus orgías sangrientas no utilizaban ningún tipo de ritual mágico.
Por razones obvias, no es sencillo entrevistar a un hematomante real. No obstante, personas habitualmente bien informadas afirman que la hematomancia puede producir cambios espectaculares a nivel físico, mental y espiritual, así como incidir fuertemente en el entorno. También se dice que el precio a pagar por tantas bendiciones es extremadamente elevado: implica vivir al límite, sorteando por un lado la persecución humana y por otro lado las tragedias de origen esotérico. Rara vez viven más allá de los 50 ó 60 años, y con frecuencia mueren más jóvenes, aunque hay quien dice que los grandes nigromantes fueron capaces de evitar tan trágicas consecuencias. ¿Pura leyenda o relatos más o menos deformados de algo real? No nos atrevemos a concluir ni una cosa ni la otra.
¿Seria capaz Rosy den tal hazaña por su belleza?

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